LA MAESTRA CACHÍA
AUTOR: DANIEL GARCÍA
CON LAS AGITADAS OLAS DEL MAR CARIBE DESMONTANDO SUEÑOS, EN LAS TRANQUILAS ARENAS QUE ADORNAN LAS ESPERANZAS DE LA BELLA POBLACIÓN DE ADÍCORA, UNA LUMINOSA MAÑANA DEL 15 DE OCTUBRE DE 1906, LLEGÓ UNA NIÑITA DE ROSTRO RISUEÑO Y CARITA ANGELICAL.
LLEGÓ CON LA ALEGRÍA MAÑANERA DE LA BRISA, A LAS MANOS TEMBLOROSAS DE EMOCIÓN DE DON NARCISO ANTONIO GARCÍA, Y DOÑA TRINA RIERA DE GARCÍA, SUS FELICES Y BIENAVENTURADOS PADRES.
DON NARCISO, EDUCADOR DE LARGA TRAYECTORIA Y MUY GRATA RECORDACIÓN EN TODA LA REGIÓN PENINSULAR, DECIDIÓ DESPUÉS DE LA CARIÑOSA SONRISA DE DOÑA TRINA, BAUTIZARLA CON EL POÉTICO Y MUSICAL NOMBRE DE CARMEN LUCILA.
PASADO EL TIEMPO Y CRECIENDO CARMEN LUCILA, SUS PADRES Y AMIGOS EMPEZARON A LLAMARLA “CACHÍA” Y, FUE EN LOS POZOS (población de la jurisdicción del municipio falcón) DONDE RECIBE LAS PRIMERAS LECCIONES DE SU MAESTRA TEÓFILA ARENAS, QUIEN JUNTO A LAS ENSEÑANZAS DE DON NARCISO, FUERON MOLDEANDO LA ARCILLA DE SU VOCACIÓN PEDAGÓGICA, HASTA QUE EN 1930, A LOS 24 AÑOS ES DESIGNADA MAESTRA EN LA POBLACIÓN DE SANTA ANA DE PARAGUANÁ, ESTADO FALCÓN.
FUE ALLÍ DONDE EJERCIÓ SU APOSTOLADO DE EDUCACIÓN CON VERDADERA MÍSTICA Y VOCACIÓN DE SERVICIO, SIENDO RESPETADA POR TODA LA POBLACIÓN DONDE SE GANÓ EL CARIÑO, AMISTAD Y APRECIO, ASÍ COMO CANTIDAD DE AHIJADOS.
EL AÑO 1952 FUE JUBILADA, PERO DECIDIÓ QUEDARSE PARA SIEMPRE EN EL MISMO PUEBLO DONDE DESGRANÓ SUS ILUSIONES Y SU ANSIA DE ENSEÑAR. LA IMPONENTE Y MÍTICA HERMOSURA DEL CERRO DE SANTA ANA LA CAUTIVÓ PARA EL ENGRADECIMIENTO DE LA PATRIA BUENA, LA QUE SOÑAMOS LOS HEREDEROS DEL ESPÍRITU LIBERTARIO DE BOLÍVAR.
¡HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!